Ayer con tus palabras
y hoy con tus silencios
como flecha desalmada
me has roto por dentro
Ayer me pinchaste tu veneno
y hoy no hay cuerdo que te encuentre
te busco entre berridos de insomnio
en mi corazón busco esconderte
Con ladridos desesperados
que se pierden en el cielo
de un amante desbocado
sin licencia, sin miedo
Como un necio atrapado
en el vapor de tu silencio
sin la potestad de ser el dueño
de tu doloroso silencio.
Simón Vidal Ferrandis