Todos somos restos de un recuerdo
una gota en algún llanto
un fragmento de un olvido
un grito en un rechazo
Todos hemos roto silencios
y ardido en feroces llamas
alguna vez fuimos el hielo
que dolía y quemaba
Todos hemos sido
sangre, saliva y hollín
y nos hemos retorcido
en alguna cicatriz
Nos hemos quedado sin argumentos
ante las cuestiones de la vida
nos hemos perdido en el laberinto
de las palabras prohibidas
Y con la excusa del destino
nos perdimos para encontrarnos
buscando lo definitivo
en este mágico tornado
Y como almas errantes
seguimos aprendiendo
quemando el almanaque
con las bengalas del misterio
Simón Vidal Ferrandis