A la vida

Arrástrame al vergel donde supuran los sueños

elévame sobre el valle de las infectadas amapolas

rebózame, con la fértil tierra de los llantos

y haz que destruya este jardín de flores perezosas

Ayúdame, a escalar las grandes dunas de la angustia 

y a superar las lluvias torrenciales de la desesperación,

cubre las grietas de mi alma malherida

y haz que se alce sobre la más dolorosa sin razón

Enséñame a escuchar el silencio más solemne

y a caminar en la oscuridad más absoluta,

déjame sentir como la rabia se retuerce

y como el miedo, carcome lentamente mi columna

Permíteme forjar mi serenidad

con la aleación más pura de la constancia,

y poder sentir la más sobria soledad

empapándome en los charcos de la nostalgia

Porque tú eres el cincel 

y yo quien esculpe mi destino,

quien soy y quién seré

depende tan sólo, de cómo pise las piedras del camino.


Una respuesta a «A la vida»

  • jose

    quien soy y quién seré

    depende tan sólo, de cómo pise las piedras del camino.

    Este final, es mas que un resumen del texto, es en si mismo todo y mas que la propia poesia donde esta incrustado, muy muy chulo

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