Ojalá pudiera ser tu veneno
y pudiera matarte,
dulcemente desde dentro
Ojalá pudiera deslizarme por tu piel
cual gota sin brújula,
sobre un desierto de miel
Ojalá pudiera ser seísmo en tu pecho
cada vez que me escuchabas,
un silencio eterno…
Ojalá pudiera ser expatriado del dolor
de este abrazo húmedo,
de esta áspera seducción
Ojalá pudiera, ser gemido en tu oído
ojalá pudiera, no llorar cuando te escribo
ojalá pudiera, estar en tu firmamento
y cazar aquella estrella, que encendíamos con un beso.
Simón Vidal Ferrandis