Cuando las nubes están tristes
y las melodías quebradas
me salpican diamantes
que me rajan las entrañas
Un gran vacío me invade
que me agarra de los huesos
noto mi corazón como late
y como me hiela por dentro
Tal vez solo me caliente el frío
de la piel herida
o tal vez tenga miedo al alivio
de la inevitable pérdida
Y andando en la inmensidad me encuentro
rodando más allá del sentido
escribiendo aquel cuento
donde solo el dolor es merecido.
Simón Vidal Ferrandis